El Pothos: el superviviente de la naturaleza (y de tu casa)
En Viveros El Carrizal, tu vivero de confianza en La Ercina (León), sabemos de sobra que el Pothos es esa planta que casi parece inmortal. Aguanta riegos olvidados, calefacción a tope, corrientes de aire y hasta las famosas miradas de “mañana te riego”. Pero una cosa es sobrevivir y otra es lucir bien.
Si tu Pothos parece una liana desganada y triste, no es culpa suya. Con cuatro cuidados básicos te dará una planta verde, frondosa y que da gusto ver.
Aquí te enseñamos cómo hacerlo fácil y sin complicaciones, igual que se lo contamos a la gente que pasa por nuestros viveros en León.
¿Qué es un Pothos y por qué está en todas las casas?
Su nombre técnico es Epipremnum aureum, pero aquí con decir Pothos basta. Es una planta tropical, colgante o trepadora, ideal para interiores. La ves en casas, oficinas, bares e incluso en portales de toda la provincia de León.
No es solo porque aguante lo que le echen, sino porque, si lo cuidas mínimamente, es preciosa y agradecida.
Luz: ni tanta como para achicharrarlo, ni tan poca como para que se convierta en un espagueti
El Pothos es todoterreno, pero si lo dejas en penumbra, empezará a sacar tallos largos y pelados, buscando la luz como quien busca señal de móvil en la montaña.
- Sitio ideal: cerca de una ventana con luz indirecta. No necesita sol directo, pero sí claridad.
- Si lo arrinconas en una esquina oscura, sobrevive, sí, pero feo.
En Viveros El Carrizal siempre lo decimos: “donde no leerías un libro sin encender la luz, no pongas un Pothos”.
Riego: tu dedo es el mejor medidor
El riego es donde más se la juega la gente:
- ¿Seco? No pasa nada, aguanta.
- ¿Empapado siempre? Aparecen las temidas mosquitas del sustrato y puede pudrirse.
Regla de oro: mete el dedo. Si está seco hasta la segunda falange, riega. Si no, espera.
Si riegas bien y controlas la humedad sin obsesionarte, tendrás un Pothos sano y sin bichos.
Tutor: no es un palo decorativo
Muchos lo colocan como si fuera solo para que no se caiga, pero el tutor es clave:
- Si está húmedo, el Pothos lo abraza con sus raíces aéreas y crece feliz.
- Si está seco, es como si le pusieras un palo de escoba.
Pulverízalo regularmente. En nuestro vivero vemos a menudo clientes que no lo hacen y se sorprenden cuando les decimos que ahí está el truco para que las hojas se hagan más grandes y bonitas.
Abono: sin pasarte, pero necesario
De marzo a septiembre dale abono líquido para plantas verdes cada 15-20 días. No te pases, que no es una fabada.
Si notas las hojas un poco pálidas o sin ganas, puedes añadir un quelato de hierro diluido. Y listo.
En invierno, déjalo tranquilo. Riega menos y nada de fertilizantes.
Plagas: las malditas mosquitas
Si te salen esas mosquitas negras que vuelan al regar, son las típicas moscas del sustrato, nada raro por estas tierras.
Remedio casero y eficaz:
- Deja secar bien la tierra.
- Coloca trampas amarillas.
- Riega con una mezcla de agua oxigenada (3%) + agua (1 parte de agua oxigenada por 3 de agua).
- Cubre la superficie con una capa de arena o grava.
Esto lo aplicamos a menudo en viveros León y funciona de maravilla.
Poda: sin miedo y sin piedad (pero con cariño)
Si lo ves larguirucho, con hojas solo en las puntas, recorta.
- Cortas por donde quieras, que brotará.
- Los esquejes los puedes replantar en la misma maceta para que se vea más frondoso.
De hecho, en nuestro vivero solemos animar a la gente a que no tema a las tijeras. Un Pothos podado es un Pothos feliz.
Resumen rápido:
Cuidados | Clave |
---|---|
Luz | Indirecta y abundante |
Riego | Moderado, solo cuando la tierra esté seca |
Tutor | Húmedo siempre |
Abono | De marzo a septiembre, cada 15-20 días |
Poda | Sin miedo cuando lo necesite |
Plagas | Control con trampas y buen riego |
Consejo final de Viveros El Carrizal
En Viveros El Carrizal, en La Ercina, llevamos años viendo cómo la gente quiere plantas resistentes pero bonitas. El Pothos es un clásico que nunca falla. Eso sí, hay que darle un poco de ayuda: luz, tutor húmedo, riego sensato y un par de tijeretazos cuando se pasa de listo.
Y si ves que se te va de las manos, siempre puedes pasar por aquí y te ayudamos a domarlo.
Porque no solo somos un vivero, somos de los de siempre.